jueves, 13 de mayo de 2010

Día 10: sucedió un jueves

Los jueves son especiales. Aparentemente es el día de “a reírse de Alba”. Este jueves obviamente no fue la excepción.

Resulta que hoy salí unos diez minutos antes de la ofi para ir a imprimir una fotografía a un lugar donde hacen impresiones digitales. Uno va con su pen drive (o lo que sea), pasa a una computadora con uno de los chicos que trabajan en el local. El chico busca el archivo, le decís qué es lo que querés y listo el pollo.

Necesitaba imprimir una foto a 35cm de ancho y el alto proporcional que diera la foto. Y yo le explicaba al chico, que no quería que me la agrande en la compu para que no se pixele, quería que hiciera una especie de ampliación al imprimir. ¿Es muy difícil de entender el concepto? Aparentemente, sí.

Reconozco que yo no tengo muchos conocimientos sobre el tema, pero le expliqué: así como se puede ampliar una fotocopia de tamaño A4 a tamaño oficio yo quiero ampliar la foto. Mientras yo le explicaba lo que quería hacer se le empezaba a dibujar una sonrisa y me dice: “No, no. Eso no se puede. A ver…” y le pregunta al chico que tenía al lado mío, que también trabajaba en el local, si se puede hacer lo que yo quería mientras se tienta un poquiiiito más. 

Mientras intentaba autocalmarme dado que necesitaba imprimir esas fotos, le explico al otro chico lo que yo quería que el otro infeliz había explicado para el ojetis. Ese chico, muy amablemente me hizo notar que de todos modos, con las ampliaciones se pierde definición. Agradecí y seguí trabajando con el energúmeno que me había tocado a mi. Por suerte, y seguro gracias a mi mirada devastadora cuando vi que se reía de mi, ya esta estaba serio.

El proceso por suerte no duró demasiado. Me fui con la foto impresa y con un jueves más encima que alguien se ríe de mí.

No hay comentarios: